Epiphyllum

Imagen de Eliphyllum

El Epiphyllum es un género de plantas perennes perteneciente a la familia de las cactáceas que engloba a un total de 19 especies diferentes. Sus grandes flores de colores llamativos, su estructura aérea con tallos con forma plana y estrecha, acompañada de márgenes ligeramente dentados, la hacen claramente reconocible dentro del mundo de las cactáceas. Estas características hacen que se las conozca también como cactus orquídea.

A diferencia de otros géneros de cactus, este también destaca por tener raíces aéreas que la permiten crecer sobre árboles, rocas y otros elementos que se encuentran en los bosques. Esto hace que disponga de la estructura colgante que ya hemos mencionado. Sin embargo, con el sustrato apropiado, y unos cuidados adecuados, no es difícil que el Epiphyllum crezca en interior sobre tierra de macetero.

Hábitats del Epiphyllum

El Epiphyllum tiene su origen en ciertos países del sur y el centro del continente americano. Esto se debe a que estas tierras cumplen todos los requisitos necesarios para que se desarrolle de manera óptima este género.

Sin embargo, estas plantas no son iguales a otras especies de cactus, ya que necesitan mucha humedad para sobrevivir. Por eso es común encontrarla en las zonas boscosas de los países que se encuentran en las zonas anteriormente citadas. Esto hace que sea de vital importancia que el sustrato donde se planten siempre esté bien húmedo. Pero a eso, llegaremos más adelante.

Plantación del Epiphyllum

Dado que el Epiphyllum es un género que prefiere crecer sin tener contacto directo con el suelo. Es importante que, si vamos a plantar una especie de este género de cactus en un macetero, le proporcionemos un sustrato con unas características especiales que le permita adaptarse mejor a este entorno.

Por ello, se ha de usar un sustrato bastante suelto que permita una buena aireación y evite los encharcamientos. Lo ideal en este aspecto sería usar un sustrato especializado para Epiphyllum. Pero si no eres capaz de encontrarlo o ya dispones de otra clase de sustrato, puedes mezclar este a partes iguales con arena de grano grueso, fibra de coco desmenuzada o pequeños trozos de corteza de pino.

Siempre teniendo en cuenta que será necesario plantarlo en un macetero con varios agujeros e incluir una capa drenante en el fondo para que pueda deshacerse del exceso de agua cuando lo reguemos.

Imagen de Epiphyllum plantación

En cuanto a la manera de plantarlos, la mejor es a través de esquejes de entre 10 y 15 cm de largo. Una vez que los hayas conseguido déjalos madurar en un lugar fresco, seco y poco luminoso durante 7 u 8 días para que el porcentaje de éxito en el trasplante sea mayor.

Una vez pasados estos días, ya están listos para ser plantados. Para ello utiliza un macetero de entre 7 y 15 cm de diámetro y llénalo con el sustrato que hemos comentado anteriormente. Posteriormente haz un agujero sobre la superficie de unos 5 cm e introduce el esqueje. Colócalo en un lugar en el que no le dé la luz directa y riégalo con abundante agua la primera vez. Pero recuerda de no regarlo demasiado a menudo ya que podrías causar que el sustrato esté demasiado húmedo y se pudran las raíces que le vayan saliendo.

Cuidados del género Epiphyllum

Los Epiphyllum se caracterizan por ser cactus aéreos, por lo que si te es posible colócalos en recipientes colgantes que permitan que se desarrollen de manera óptima. No obstante, si no te es posible, también podrás colocarlo sobre el suelo u otras superficies, siempre teniendo en cuenta de que esta tiene que estar muy bien aireada.

Imagen de Epiphyllum macetero

La temperatura óptima para que se desarrollen las especies de este género de cactus, es entre los 8ºC y los 20ºC, por lo que la temperatura donde lo ubiques no sobrepase estos límites.

En cuanto al riego, el Epiphyllum es un género que necesita mucha humedad para crecer correctamente. Además, esto hay que conseguirlo sin encharcar las raíces, de ahí que le hayamos puesto un sustrato tan poroso.

Por eso, aunque la frecuencia de riego puede variar de unas zonas a otras por la humedad y temperatura ambiente donde se encuentre la planta, lo normal es hacerlo cada 4 o 5 días de manera abundante, hasta que notemos que toda la tierra está bien húmeda y el agua fluya por los drenajes. Teniendo siempre en cuenta de no dejar encharcado el plato al finalizar el riego.

Sin embargo, lo ideal es que compruebes manualmente la humedad de la tierra y lo riegues cuando notes que empieza a estar demasiado seca, así te asegurarás de hacerlo siempre en el momento correcto.

Enfermedades y plagas de los cactus Epiphyllum

A pesar de que el Epiphyllum es un género que no suele sufrir demasiadas enfermedades ni plagas, estas son algunas de las más comunes que te puedes encontrar en este género.

Al igual que los cactus pertenecientes al género de las opuntias, una de las enfermedades que más se suelen ver en este género es la pudrición de las raíces por la aparición de un hongo llamado Phytophthora. El exceso de riego y los sustratos con un drenaje deficiente hacen aparezcan las condiciones idóneas para el desarrollo de este hongo.

La mejor manera de saber si nuestro cactus está sufriendo esta enfermedad es observarlo detalladamente y comprobar si está demasiado arrugado o blando. En caso de que así sea, lo más normal es que esté empezando a mostrar los primeros síntomas y es crucial reaccionar a tiempo si queremos salvarlo.

Para ello tendremos que extraer el macetero y eliminar las raíces que veamos que estén en proceso de pudrición. Una vez hecho esto, rociaremos el resto con un fungicida para evitar que afecte a las demás raíces.

Finalmente intentaremos secar la tierra el máximo posible y lo volveremos a introducir en el macetero. Una vez hecho todo esto, esperar unos días para volver a regar la planta y reducir los periodos de riego para evitar que vuelva a suceder.

Por otro lado, una plaga que es relativamente frecuente que sufran los Epiphyllum es la de la grana o cochinilla. Esta se caracteriza por mostrar unas manchas blancas y en relieve sobre los tallos de nuestro cactus y que tienen una textura algodonada.

La mejor forma de tratar esta plaga es impregnar la zona afectada con un poco de alcohol ayudándonos de un bastoncillo de oídos, repitiendo este proceso hasta que la plaga haya desaparecido. Una vez esto ocurra se limpiarán los tallos con agua para eliminar la totalidad del alcohol que haya podido quedar tras el tratamiento.

Por último, aunque no es una enfermedad en sí, si ves que los tallos tu cactus están empezando a dar la sensación de que están algo quemadas. Debes cambiarlo de sitio a un lugar en el que no le dé la luz de manera directa, ya que esto significa que el exceso de luz está debilitándolo y es posible que de no hacerlo acabe muriendo.

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