Mammillaria

Mammillaria

Las mammillarias son un género de plantas perennes perteneciente a la familia de las cactáceas la cual se caracteriza por ser uno de los géneros de cactus más grandes con más de 350 especies diferentes.

Como norma general, las mammillarias tienen forma globosa, lo que las hace claramente diferenciables del resto de géneros. Su tamaño suele oscilar entre los 2 a 25 cm de diámetro, pudiendo incluso llegar al medio metro de altura.

Este género también se caracteriza por tener una estructura de espinas que nace en la base de la planta y cubren una gran parte de su superficie. Además, en función de la especie de mammillaria que sea, sus espinas podrán adoptar diferentes formas, desde las espinas cortas, curvadas y de color blanco de la Mammillaria Elongata hasta las largas espinas rectas y amarillentas de la Mammillaria Spinosissima.

Hábitats de las Mammillaria

Al igual que otros géneros de cactus como la Opuntia o la Epiphyllum, la Mammillaria es originaria del continente americano. Especialmente de la zona de Norte América y México.

Se caracteriza por aguantar temperaturas extremas tanto de frío como de calor y no necesitar apenas agua para poder subsistir. Pudiendo encontrarla, como es lógico, en climas desérticos y muy áridos en los que otro tipo de plantas no podría sobrevivir.

Cactárea mammillaria

Su gran resistencia y los bajos cuidados que necesita, hacen que la mammillaria sea un género de cactus muy demandado en todo el mundo, siendo común encontrarlo en muchos hogares ubicados en todos los lugares del globo.

Sin embargo, como siempre, hay que tener en cuenta que estas plantas, aunque son resistentes, no son invencibles, y si queremos que crezcan de una manera óptima, requerirán unos cuidados adecuados. A continuación, se detallarán los más importantes.

Plantación de las Mammillaria

Lo primero que se ha de tener en cuenta es la ubicación en la que hay que posicionar a nuestra mammillaria. Dado que este género de cactus requiere una fuente directa luz natural, lo ideal es colocarla en una zona muy bien iluminada que reciba luz durante todo el día.

Además, dado que son plantas de origen desértico, es necesario que se las coloque en lugares ventilados, especialmente si la tenemos en interior durante la temporada de verano.

De no hacer ambas cosas, probablemente nuestra mammillaria no tendrá las condiciones necesarias para crecer de manera adecuada, pudiendo incluso llegar el caso en el que muera.

Cactus Mammillaria

A la hora de la reproducción, el género de las mammillarias se puede reproducir de dos maneras diferentes. La primera es a través de la replantación de los brotes que le salen a la planta madre.

Para ello corte con cuidado los brotes y déjelos secar durante una semana aproximadamente para darle tiempo a desarrollar las raíces de la nueva planta. Una vez pasado el tiempo de secado ya será posible llevar a cabo el trasplante de la mammillaria. Si la va a plantar en el exterior, busque una zona muy luminosa y ventilada, ya que, tal y como se ha explicado anteriormente este género de cactus necesita una fuente directa de luz natural durante buena parte del día. Si por el contrario va a realizar el trasplante en maceta para una zona de interior, tenga en cuenta que la maceta ha de ser lo suficientemente grande como para que el cactus desarrolle correctamente todas sus raíces.

Esto se debe a que las mammillarias extienden sus raíces por una gran cantidad de terreno, y en caso de ser plantadas en maceta, estas abarcarán toda la superficie muy densamente.

Sin embargo, tanto si se planta en maceta para interior o exterior, se ha de tener en cuenta que el sustrato ha de ser específico para cactus y dado que es un género característico de zonas desérticas, lo ideal sería mezclar un tercio de arena gruesa con dos tercios de sustrato, para conseguir así un mejor drenaje.

Una vez haya mezclado el sustrato de la manera indicada, plante el cactus y riegue de manera abundante hasta que la tierra esté bien húmeda. Además, como tras haberlo dejado secar, el brote ha desarrollado sus propias raíces, se puede tratar al cactus como si fuera una planta adulta desde el primer momento tras su plantación.

Por otro lado, otra forma de llevar a cabo el trasplante de las mammillarias es a través de la plantación de semillas.

Antes de plantar las semillas de nuestra mammillaria, tenemos que tener en cuenta que la estación ideal para llevar a cabo este procedimiento es en primavera, por lo que, en caso de estar en otra época del año, hay que tener en cuenta que es posible que no crezca de la manera que esperamos, pudiendo incluso llegar a morir si las condiciones son muy extremas como podrían ser en un invierno muy frío y si se planta en exterior.

A la hora de conseguir las semillas, podemos comprarlas en cualquier tienda especializada en jardinería, o en caso de tener una mammillaria ya en nuestro jardín, podemos extraer nosotros mismos las semillas de esa planta.

Para ello, se ha de retirar de la planta cuando estén de un color oscuro y dejarlas secar para que pierdan toda la humedad. Una vez hecho esto ya se podrán plantar las semillas usando un sustrato mezclado de la misma manera que para un trasplante por brotes.

Es importante que, una vez plantada las semillas, se riegue con agua abundante y se mantenga muy húmedo el suelo para facilitar el crecimiento del cactus. Sin embargo, este proceso es bastante lento, por lo que una vez ya se empiecen a observar que nacen los primeros brotes se regará en menor proporción y se ubicará en un sitio en el que le dé luz durante buena parte del día.

Cuidados del género Mammillaria

Como en todos los cactus, para las mammillarias, el riego juega un papel muy importante. Si se riega en exceso, la planta podría morir por alguna enfermedad como la pudrición de raíces, mientras que, si no se riega lo suficiente no conseguiremos que nuestra mammillaria crezca de la manera que queremos.

Cactus genero mammillaria

Es por eso que, debemos regar más o menos veces nuestro cactus en función de la estación del año en la que nos encontremos. En invierno, dado que el agua se evaporará más despacio tendremos que regarlo aproximadamente una vez cada 20 – 25 días, mientras que en verano lo normal será tener que hacerlo al menos una vez por semana.

Sin embargo, la mejor forma de saber si nuestra mammillaria necesita que la reguemos es comprobar si la tierra está húmeda o empieza a estar seca. Si está húmeda, significará que nuestra planta aún puede coger agua del sustrato y será necesario regarla, mientras que, si está seca, deberemos pensar en volver a regarla.

En cuanto a la cantidad de riego, es importante asegurarse de regar en abundancia y de manera uniforme por toda la superficie de nuestro macetero. Si cuando hiciste el trasplante, lo hiciste de manera correcta, no te debes preocupar por el encharcamiento de la tierra, ya que el exceso de agua se drenará automáticamente.

Si por el contrario ves que el sustrato se queda encharcado tras regarlo, deberías de pensar en trasplantar tu mammillaria porque si no podría sufrir alguna enfermedad relacionada con el exceso de riego y humedad pudiendo incluso llegar a matar a tu cactus.

En cualquier caso, no debes dejar agua en el plato de la maceta para evitar que se mantenga encharcado.

Enfermedades y plagas de los cactus Mammillaria

Al igual que en otros géneros de cactáceas existen enfermedades que pueden afectar a tus mammillaria, haciendo que su crecimiento no sea el adecuado o incluso llevando a la muerte de tu planta.

Por eso, es importante vigilar que no aparezcan ninguno de los síntomas que se explican a continuación y en caso de mostrar indicios de alguna enfermedad, saber identificarla para poder solucionar el problema. Consiguiendo que tu planta crezca lo más sana posible.

Una de las principales enfermedades que suelen aparecer en este género viene de la mano de la falta de riego. Se caracteriza por hacer que el cactus tenga un tono menos verdoso y se muestre deshidratada.

Aunque es posible que llegados a este punto la planta no consiga sobrevivir, se debe intentar volver a mantener un riego correcto y observar atentamente la evolución que vaya teniendo.

planta mammillaria

Otra enfermedad común es la aparición de zonas oscuras en algunas zonas de nuestra mammillaria. La razón más usual para que muestre estos síntomas es el estar soportando temperaturas demasiado bajas. Esto hace que le salgan estas manchas y se agriete de manera irregular por toda su parte externa.

La manera de solucionar este problema es simple. Mueve el macetero a un lugar más cálido de la casa, especialmente en invierno cuando las temperaturas son más frías. Pero recuerda, esta nueva ubicación tiene que tener algunas características básicas como ser bastante soleada y tener una buena ventilación.

Por último, al igual que les pasa a otros géneros de cactus, si observas que tu mammillaria empieza a mostrarse enferma muy rápidamente, puede ser debido a que tiene una plaga de cochinillas.

Estos insectos tienen una forma muy característica y se suelen encontrar en la corteza de los cactus, por lo que se suelen ver con facilidad. Sin embargo, también pueden estar atacando a tu mammillaria desde las raíces por lo que tendrás que observarlas muy detenidamente para comprobar si es este el problema que sufre.

En caso de que sea así, si la plaga la encontramos en la corteza, una de las mejores maneras de eliminar esta plaga es impregnar un bastoncillo de los oídos con alcohol e ir dando con él a las cochinillas que observemos. Tras hacerlo varias veces a lo largo de algunos días, observarás que estas empiezan a desaparecer. Una vez se hayan eliminado por completo limpia los tallos con agua para eliminar los posibles restos de la plaga y el alcohol que hayas usado.

Si por el contrario, observas que la plaga se encuentra en la zona de las raíces, deberás de sacar la planta del macetero, limpiar bien toda la tierra, lavar bien las raíces y podar las raíces afectadas hasta que no quede resto de la plaga. Tras hacer todo esto, vuelve a plantar el cactus en un nuevo macetero usando un sustrato especial para cactus.